El “Revelation Tour” de Mika hizo parada en la sala Razzmatazz de Barcelona, dentro del marco del Festival Mil·lenni, para presentar su último trabajo “My name is Michael Holbrook”
Un concierto de Mika es una apuesta segura. Tras tres años fuera de los escenarios, llegó el momento de disfrutar de su directo.
Cerca de las ocho de la tarde, Razzmatazz abría sus puertas para esta gran cita. El DJ Mr.K!, uno de los Dj’s referentes del clubbing barcelonés, amenizó la espera de los asistentes.
Mika se hizo de rogar, pero en el momento en que pisó el escenario, se desató la locura en la pista de Razzmatazz. Empezaba un show visual y atrevido, ideal para descargar endorfinas.

El cantante libanés se dirigió a la sala con un «Bona nit, Barcelona!» y abrió la noche con el single «Ice cream», un himno pop inspirado en los 80 y 90. Antes de continuar con el segundo tema, «Dear Jealousy», comentó en perfecto catalán:
“Estic molt content de ser aquesta nit a Barcelona davant una Razzmatazz plena i entregada”
A continuación, con sus grandes éxitos “Relax, take it easy» o «Love today», con todo el público coreando «love, love, love«, Razmatazz se vino arriba.
Los corazones invadieron la Sala para ambientar uno de los momentos más románticos de la noche con «Origin love«.
En la siguiente canción Mika incitó a todos los presentes a bailar y bajó del escenario para cantar en medio del público «Big girl«. En ese momento la relación entre artista y fans fue más allá. Física y emocionalmente las distancias se acortaban y el ambiente festivo se disparaba. Era imposible no dejarse llevar por sus contoneos y sus bailes.
Después de la fiesta llegó un momento emotivo. Mika se arrodilló en mitad del escenario para cantar medio a capella «Blue». La escena que le acompañaba por una luz azul conjuntada con su traje, también azul, prosiguió con «Underwater».
El característico inicio de «Lollipop» llenó la sala de sonrisas y el público, muy entregado, no paró de cantar a todo pulmón la canción con él.
Mika no dejó de sorprender durante toda la noche. Esta vez, con una inesperada estrofa cantada en un perfecto castellano en mitad de «Live your life«.
Tras cantar «Popular song«, canción en la que colabora Ariana Grande, Mika se volvió a sentar en mitad del escenario para cantar «Happy ending» con un público emocionado que cuando creían que la canción había terminado, el libanés sorprendió a todos cantando el final solamente acompañado por una guitarra española y sin micro, fue solo entonces cuando se hizo un silencio sepulcral para escucharle.
«We are golden» y «Tiny love«, una de las canciones más íntimas e introspectivas del cantante, sirvieron para cerrar una noche de fiesta llena de color y amor. Acompañado de una bandera LGTB terminó de cantar «Stay high«.

Antes de irse, Mika recogió un cartel de una fan de primera fila para firmarlo y como había empezado la noche, pero esta vez para despedirse, se fue con un «Bona nit, Barcelona».