Festival Jardins Pedralbes | 26 Junio 2017
Hay determinados momentos en la vida en los que si eres lo suficientemente inteligente para darte cuenta de lo mágico de éstos, dudo que haya absolutamente ninguna sensación de placer comparable.
Ayer tuve una de esas sobredosis de felicidad tan anormales una vez sobrepasados los treinta y tantos.
Esto que ustedes están leyendo (espero que hasta el final), es mi debut como colaborador en una revista musical como redactor. Joder…siempre supe que quería cantar y tener mi propia banda de rock (la tengo CANAL69) y a su vez colaborar en una revista musical como hicieron previamente artistas que admiro y a los que me encantaban leer en sus publicaciones (Santiago Auserón, Sabina etc…)
Anoche tuve el honor de desvirgarme como colaborador de esta revista ¡gracias Welivemusic! ni más ni menos que con el mismísimo Kris Kristofferson!! Leyenda del country.
En un entorno majestuoso dentro del Festival Jardins Pedralbes, en una estupenda noche de verano, disfruté de un maestro.
Amigos…Kristofferson tiene 81 años y decidió salir a tocar durante una hora y cuarenta y cinco minutos, únicamente provisto de su Gibson electroacústica y su armónica.
23 canciones la mayoría a guitarra y voz. Con un par!! Durante todo el concierto no bebió absolutamente nada. Ni tan siquiera agua, a pelo!! Eso es una jodida ESTRELLA.
El concierto dio comienzo con Shipwrecked in the 80´s , una hermosa balada folk al más puro estilo Dylan donde quizás, fruto de los nervios y de no tener la voz lo suficientemente caliente, vimos a un Kris vocalmente un tanto titubeante.
Rápidamente golpeó con su caballo ganador la increíble y conocidísima Me and Bobby Mcgee, poniendo al público en pie a la segunda canción. Reconozco que la disfruté como un enano.
Con Here comes the rainbow y Beast of all, Kristofferson desnuda la melancolía y se abraza a la tristeza llevando a su voz a un registro grave y rasgado más propio de Leonard Cohen.
Casey´s Last Ride, Nobody Wins y Loving her was easyer, crearon una atmósfera cinematográfica con canciones que ha interpretado en sus películas a mediados de los 70´s , country en vena.
Con Feeling Mortals Kris mostró probablemente su mejor momento interpretativo a nivel vocal, con su fuerza y potencia característica, pero a la vez tan difícil de conseguir a estas edades. Con el publico otra vez de pie ovacionándolo, y con un más que aceptable….”ésta se la dediqué a mis hijos” en castellano interpretó From here to forever. Al finalizar el tema pudimos verlo ciertamente emocionado.
Broken Freedom Songs y Just the other side of nowher impregnaron la noche del espíritu de libertad de finales de los 60´s, esa época donde fue pareja de Janis Joplin y explotó su lado más cantautor.
Se acercaba el final y los clásicos comenzaron a caer uno tras otro: Duvalier´s Dream, Jody and the kid, Sunday Morning Coming Down y For the good times.
Nuevamente emocionado versionó el tema de Dylan They Killed him un canto desesperado donde el texto hace referencias a Mahatma Gandhi, Martin Luther King y se achaca a Jesucristo que se quite la venda y vea lo que le están haciendo a la libertad.
Aquí y con el público que llenó poco más de medio aforo, rendido al gigante, sonaron los acordes de su tema más autobiográfico The Pilgrim. “Fui un maestro de la mentira, un visionario que siempre miraba a las estrellas, pero realmente aprendí a ser poeta y soñador cuando estuve en el infierno” Sin palabras. Un momento que me llevaré conmigo a la tumba y por siempre estará grabado en mi corazón. Gracias Kris.
A partir de aquí su anciana voz llegó al límite y fue apagándose en las últimas tres canciones, Silver, Tongued devil y Why Me. Finalmente y previo a un “ Que Dios os Bendiga”, Please don´t tell me how the story ends cerró un concierto inolvidable probablemente del último pura sangre del country. El MAESTRO KRIS KRISTOFFERSON.
Gracias por apuñalarme el corazón, gracias por tanto alma y por vaciarte como si fuera la última vez. Con un par, KRIS!!!
Texto: Jose Masegosa
Fotografías: Eva Ortiz