Elena Gadel | Guitar BCN | L’Auditori Sala 2 | Barcelona | 30 mar 23
Fotografías: Ramon Hortoneda | Crónica: Yolanda Llopis
Elena Gadel aparece sola en el escenario. Una luz perfila su silueta atravesándola de arriba abajo. Ella. Poderosa desde el primer segundo.
Tras ese primer impacto visual, las percusiones de Toni Pagés y Marc López suenan para acompañarla, y en ese juego de luces y sombras nos va descubriendo una escenografía, cuidada al detalle, para contarnos una historia, la de la mujer que me viste.
“La dona que em vesteix” son, de momento, 5 canciones cocinadas a fuego lento bajo la producción de Marc Parrot, y presentadas en forma de EP en el marco del Guitar BCN. Un proyecto totalmente personal que en directo suena espectacular y muestra a una Elena auténtica, de raíz, cómoda en esa simbiosis perfecta de catalana de origen granadino, y atrevida probando sonidos más electrónicos. Una mujer que son muchas. Un trabajo que es un homenaje a todas ellas.
Artista polifacética, aunque cantante por encima de todo, la Sala 2 Oriol Martorell de l’Auditori de Barcelona está repleta de caras conocidas, compañeros de teatro, de “Com si ahir”, la serie de los mediodías de TV3 en la que Elena se pone en la piel de Noe, o de “Eufòria”, el talent show musical en el que es jurado, rol en el que se emociona especialmente cuando los concursantes, además de cantar, cuentan historias.
Y es que así es como canta Elena Gadel, contando historias que te resuenan e interpelan. Historias con las que empatizas, porque hablan de mujeres, fuertes y reivindicativas como lo es ella. Como “Niña eterna”, que suena al inicio del concierto en lo que se adivina toda una declaración de intenciones.
Su talento interpretativo ayuda a dar forma al espectáculo y a buscar una manera única para contarnos esas historias.
Una barraca de tela blanca sobre el escenario, símbolo del hogar, en el que la iluminación va dibujando escenas. Los momentos más álgidos acompañados de una bailaora. Los acordes puntuales de una violinista. El cambio de vestuario, en el que pasa de las delicadas transparencias al poderío de una torera de verdes faralaes, con la que aparece para cantarnos “Et confesso”.
Todo está cuidado para hacernos vivir esas historias de amor, desamor, maternidad, amistad, empoderamiento, vulnerabilidad y empatía con todas las mujeres.
Elena Gadel se acompaña de su gente, arriba y abajo del escenario, y establece un diálogo real, en el que literalmente los va interpelando.
Así lo hace con su amigo del alma Ivan Labanda, director del desgarrador y maravilloso vídeo clip Lobo, que no duda en lanzarle un “T’estimo” a pleno pulmón. O con su madre, a la que busca en la preciosa canción en la que habla del hilo transparente y vital que la une con su hija. El hilo del amor abuela-nieta.
Aunque sin duda, la dedicatoria más sentida, la hace en “Lobo”. Con un “Va por ti, amiga” tras el que aborda, con crudeza y sentimiento, la canción escrita en un intento de ayudar ante un caso de violencia machista y que en el escenario canta encerrada en la casa hasta derrumbar sus muros y atravesar almas. Intensidad al límite y corazón encogido.
Difícil seguir después de este tema, pero la guitarra de Marc López y la música de Mercedes Sosa ayudan a recomponer emociones, a las que siguen “Potser”, un tema de “Tocant fusta” que Toni Pagès ha arreglado para la ocasión y que acaba con los lereles de todos.
Tras los agradecimientos suena, “Bla, bla, bla”, de su anterior disco “Delicada”, que termina posicionando al público en el team Shakira al enlazar con complicidad el final de la sesión 53 de Bizarrap y acabar cantando “a tipos como tú”.
Momento para beber agua y cantar “Bebiendo a sorbos”, surgida después de una llamada de teléfono muy especial.
Falta todavía el momento de complicidad con su padre, a quien canta con la emoción de la mirada “Con tu andar”, el tema que le compuso, y en la que hace participar al público en una clásica división equipo A / equipo B.
La noche avanza en un suspiro, casi como una representación teatral con colores de flamenco y fandango y ese sonido más electrónico que es nuevo en su último trabajo.
Para los bises se reserva “Ganas locas de vivir”, el último de los temas nuevos que falta por escuchar.
Pero es “Rincón oscuro”, de Federico García Lorca, la que sirve de broche final y reúne a todos los artistas en el escenario, cerrando una noche muy especial para esa “Dona que em vesteix”. Para esa mujer fuerte, visceral, delicada y sincera consigo misma. Para esa Elena que nos enamora.
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