L’Oncle Jack fue testigo del talento y de la energía de Elefantes en las distancias cortas. La banda se desenvuelve con total naturalidad en un acústico único que hace las delicias de unos pocos afortunados en el Festival Roselles.
Hace un par de semanas Elefantes colgaba el sold out en la sala BARTS de Barcelona, mientras que en los carteles del Festival Roselles de l’Hospitalet se anunciaba un “concierto sorpresa”. Eran ellos. En una sola hora después de anunciarlo se agotaron todas las localidades. Tan solo 70 privilegiados pudieron disfrutar del acústico de Elefantes en l’Oncle Jack. Y allí estuvimos nosotros.
Para los que no conocéis el museo bar de L’Oncle Jack, ¿qué deciros del templo de Jack Daniel’s? Se trata de una sala perfecta para escuchar buena música en directo, y eso lo saben bien Leiva, Tarque o Santi Balmes, por poner un ejemplo. Pero lo mejor es el ambiente que allí se respira, y comprobar como el cariño que transmiten Dolors y Jaume se propaga por toda la sala y contagia a todos los que allí se reúnen.

Elefantes también lo sabe y es por eso han repetido en más de una ocasión. Todos los astros se alineaban y la noche prometía. Un universo de luces acompañaba el camino de Shuarma, Jordi Ramiro, Hugo Toscano y Julio Cascán hacia el escenario. Empieza la conexión y las miradas de complicidad. Es música sin aditivos, canciones desnudas que brillan con la voz de Shuarma, la guitarra de Hugo, la percusión de Jordi y el bajo de Julio.
Los acordes de “Pretendes”, un tema que nos transporta a los orígenes del grupo, empiezan a sonar en la sala. Al ser un concierto fuera de gira el repertorio no está “enconsertado” por la presentación de un disco, y las canciones simplemente fluyen. Una de las cosas que nos gusta del directo de Elefantes es que varían su setlist de un concierto a otro y siempre descubres algún tema de anteriores discos, que los fans más auténticos cantan al pie de la letra.
Después de algunas risas y bromas entre los artistas y el público, y esperando en vano los cascabeles de Jordi, lo cual desembocó en nuevo momento de complicidad en la sala, arrancó “Aún más alto”, el primer tema que sonó del álbum “El rinoceronte” (Warner Music Spain, 2014). Acto seguido el público saltó de sus asientos con los primeros acordes de “Cada vez”, calurosamente celebrada y entonada por los afortunados asistentes.

Sonó entonces “El hombre pez”, más de veinte años después de ser compuesta, ya que fue el tema que dió nombre al primer álbum del grupo en 1998. Shuarma la utilizó para recordar los inicios del grupo y cómo es necesario ser moldeable, como un pez, para adaptarse y crecer. Para cerrar el primer bloque de canciones, un canto al amor y un chute de energía positiva con “Descargas eléctricas”.
Isabel abrió el segundo bloque de canciones, después de una merecida pausa, justo antes de ovacionar los primeros acordes de “Al olvido”. A partir de este momento se dió la divertida situación que todos los primeros acordes de los temas fueron recibidos con jolgorio, pertenecieran o no al tema que se iba a representar. Shuarma y el resto de músicos captaron el detalle enseguida y se deleitaron interaccionando con el público hasta el mismísimo final del concierto.
“Los conciertos como estos nos encantan, teneros cerca, se nota la energía, gracias por dedicarnos vuestro tiempo” – Shuarma –
La conexión entre la banda y el público fue in crescendo a medida que se sucedían los temas en L’Oncle Jack. “Los conciertos como estos, nos encantan” pronuncia Shuarma en referencia a la proximidad del público, y de nuevo la gente de pie al ritmo de “Volvió la luz”, desembocando en una explosión de júbilo bajo los efectos de “Mis sueños”, muy cerca ya del final de la velada.

Shuarma anunció una próxima colaboración en un festival que le hace mucha ilusión, justo antes de tocar “Mujer contra mujer”, el éxito de Mecano de finales de los 80 tan candente en la actualidad, tan solo unas horas antes de la celebración del Día de la liberación LGTBI.
Llegaron los bises, y con ellos “Azul” sonó en la sala. No pudo faltar el tema que en su día apadrinó Enrique Bunbury y que supuso su lanzamiento definitivo como grupo en la escena musical del país.
Cuando la gente ya estaba empezando a abandonar el local se pudo escuchar la voz de Shuarma preguntar “¿Queréis otra más?”, y “Duele” puso punto y final al concierto dos horas y media después.
El Festival Roselles continua, podéis disfrutar de su programación hasta el 27 de Julio en l’Oncle Jack de l’Hospitalet.
Fotografías: Cristina Ruiz (@unnika)