La malagueña pone en pie a la sala Barts tras más de dos horas de virtuosismo
vocal y musical
Hacía tiempo que Diana Navarro no visitaba Barcelona. La última vez que lo hizo fue con ‘Resiliencia’ y ahora ha vuelto para presentar “Inesperado”, un trabajo en el que encontramos clásicos de la copla con base trap, baladas, temas pop y medios tiempo. El disco y el concierto que estamos a punto de presenciar cuenta con un repertorio sólo al alcance de virtuosos como esta malagueña de pro, que se ha convertido en unos de los referentes musicales del país.
Son las 8 de la tarde y los asistentes a la Sala Barts, esperan impacientes la aparición de la reina de la folktrónica, como ella misma define su estilo en las redes sociales. Durante las dos horas que durará el concierto, el público asistirá a un derroche de voz y estilo sobre el escenario. La puesta en escena será sobria, con visuales minimalistas que irán cambiando de color según los diferentes tramos de la noche. Lo importante de la velada es Diana y sus músicos, una banda formada por guitarra, percusión y el maestro Iñaki García al piano.

Enfundada en una espectacular bata de cola blanca, color que le acompañará toda la noche, y con un tocado de orquídeas como el de la portada del disco, Diana inicia el recital con un canto la libertad. ‘Una flor como la mía’, es la encargada de abrir el repertorio que continuará adentrándose en la copla con ‘Moreno mío’. Uno de los primeros momentos álgidos llegará con la interpretación de ‘Cuando venga el amor’, los propios votos de Navarro hechos canción.
A continuación llegará una magnífica interpretación de «Coral y Espuma´», una puesta en escena que juega con sombras y contraluces, aportará todavía más dramatismo a una canción concebida como un gran crescendo que acaba con gran derroche de voz. A Diana le gusta jugar con las composiciones, como con ‘Deseo comprenderte’ que ella misma define como la respuesta que ha imaginado a ‘Señora’ de Rocío Jurado.

Diana se subirá al piano para cantar ‘El perdón’, uno de sus himnos, y se sentará en el escenario para atender a peticiones del público. Desde el patio de butacas se para de dar nombres de canciones de la artista, y ella después de escucharlos, los incluirá en el recital a capela que hará que el público salte por primera vez en la noche de sus butacas.
Tras el paréntesis que suponen las peticiones, el concierto continuará con ‘Adiós’, una canción de despedida que provocará que más de uno de los asistentes, deje caer alguna lágrima, y no sólo por la belleza del texto. La balada dará paso a un episodio más distendido y fresco en el que veremos la cara más popera y fresca de la Navarro. El pasaje lo iniciará la versión electrotrap de ‘Encruzijada’, una copla que ya interpretó en su momento Marifé de Triana, y continuará con ‘Inesperado’, la canción que da nombre a su último álbum.

Estamos en la recta final del concierto y Diana no se puede despedir sin cantar su ‘Sola’. En esta ocasión será con una versión más flamenca del tema que la catapultó a la fama hace ya 15 años. Sin embargo, la verdadera sorpresa llegará tras los aplausos finales. Su gran voz inunda toda la Barts con un ‘Padre Nuestro’ a capella. Tras el silencio durante la interpretación, el público se pondrá en pie para darle las gracias por las noche de emociones que nos ha regalado.

Diana Navarro, es voz, es temperamento es presencia, es genio y poderío, pero sobre todo es alma y emoción. Pocos conciertos, erizan la piel y despiertan los 5 sentidos como los de esta artista que ya se ha ganado un lugar privilegiado en el reinado del folkóre i la folktrónica.
Texto: Carlos Sanandrés @sanandres_c
Fotografías: Eva Ortiz @EvaOrtizSoler
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