DATOS DEL CONCIERTO
Artista: Bruce Springsteen & The E Street Band
Gira: “Bruce Springsteen and E Street Band 2023 Tour”
Fecha: 28 de abril 2023
Lugar: Estadi Olímpic Lluís Companys, Barcelona
Promotora: Doctor Music
Crónica: Yolanda Llopis | Fotografías: Ramon Hortoneda
Los días de gloria se resisten a despedirse

Cómo poner en palabras un concierto de Bruce Springsteen, sin repetir las que ya van indisolubles a cualquier crónica del Boss. También en esta ocasión, claro. Las profesionales, las de los medios especializados, y las más terrenales, las que cuentan a un amigo lo vivido, aunque el amigo haya estado contigo en el mismo concierto.
Palabras que ayudan a sentirte todavía allí y a constatar que has formado parte de algo grande.
Podríamos dejarnos de palabras y recurrir a cifras. Pero también son infinitas y archiconocidas. Los conciertos 20 y 21 del Boss en Barcelona, desde aquel legendario del 81 en el Palau dels Esports, los dos primeros de los 31 que conforman la fase europea del “Bruce Springsteen and E Street Band 2023 Tour”. Y es que en el universo Bruce los expertos, y son muchos, sabrían poner númer o también a las veces, años y lugares en los que ha interpretado cada uno de los temas de su extensa discografía, en sus diferentes versiones y con los matices más diversos. Un catálogo de canciones con el que ha conseguido más de 20 Grammys, 2 Globos de Oro y un Óscar, entre otros premios y reconocimientos.
Cifras y números, como las 4 horas que suelen durar sus conciertos, ahora ya “reducidas” a 3. O como el 73. La edad de Springsteen.
En esta edad iba pensando al subir las escaleras hacia el Estadi Olímpic el viernes, una más entre una multitud intergeneracional, donde predominan los de 50, y los de 60, sin duda con las canas y arrugas rejuvenecidas por la ilusión y euforia de la ocasión. Porque los fans de Bruce, son muy fans. Son devotos del gran jefe del rock. Y los que no… van 100% predispuestos a disfrutar y a dejarse contagiar hasta la conversión. ¡Nunca es tarde!
Pensamientos fugaces que se desvanecen antes de tiempo, porque faltan todavía 3 minutos para las 21h cuando la E Street Band, en su versión XXL con 4 vientos, 4 coristas y un percusionista adicional, empieza a aparecer en el escenario, y en las inmensas pantallas que lo flanquean, ante las casi 60.000 personas allí expectantes.
Y aparece él. Imponente y de negro. Con la inconfundible actitud del que asciende a su Olimpo.

“Bona nit Barcelonaaaa! Bona nit Catalunyaaaa!!!” Un rugido directo al corazón de los que allí estamos, un gesto, su guitarra al aire, y un arranque con “No surrender”.
No, no hay lugar para la rendición. Empieza la catarsis, y aunque cierto es que el Boss ya no se desliza de rodillas por el escenario, y la magnífica corte de músicos que lo secundan, su banda en mayúsculas, le dan espacio para recuperarse, los temas se encadenan unos tras otros, empezando y acabando con contundencia, y yo asisto atónita a una imagen de Springsteen que mágicamente se va rejuveneciendo. No, no es el señor mayor de camisa de cuadros y boina que firmaba a sus fans en el jardín del hotel 2 días antes. Estamos ante un mito sin edad que dirige arriba y abajo, y nos traslada por todas las carreteras del rock, del blues, del folk, y por todos los estados de ánimo que quiere que recorramos con él.

Así que olvidemos cifras y letras y dejémonos llevar por la emoción en vena de ver a Little Steven aliento con aliento en “Badlands”, por la apoteósica columna vertebral Max Winberg y su batería, por los teclados de Roy Bittan marcando la intro de” Backstreets” o de “Because the night”, por los solos de guitarra de Lofgren o por el maravilloso saxo de Jake Clemons, digno heredero de su añorado tío Clarence.
Las canciones se suceden como las historias que son, de la voz del gran narrador que Springsteen es. La esencia. El set list. Qué difícil escoger, por cierto. Sorprende que esté tan cerrado y no dé cabida a demasiadas variaciones respecto a la previa en USA. Él que siempre está dispuesto a “improvisar” aquellos temas que las primeras filas rotulan en cartones llenos de banda sonora vital, esas peticiones de los fans, que antes pasaban noches de cola frente a, pongamos Discos Gong, y ahora, algo más aburguesados por la edad, se ganan el privilegio a base de fichajes los días previos.

“Rosalita”, “The River”!!!!… No, no han sonado de momento, ni sonarán a lo largo de la noche. Para gustos, colores. Y Bruce tiene toda la paleta para pintar lo que quiera. Y no nos engañemos, sea cual sea la escogida, estará bien, porque, aunque falte aquella… oye, qué fuerte que rescata esta otra. Y qué momentazo volver a escuchar la que sí o sí, no puede faltar. Así que en un repertorio sin sorpresa…sorpresas siempre hay. 50 años de carrera dan para mucho, y es un placer viajar a sus inicios con “Kitty’s back” o “The E Street Schuffled”, o trasladar el estadio a una fiesta en las calles de New Orleans a ritmo acordeón y violines en “Pay my money down”, o sentir que estás en Harlem con los coros de “Nightshift”, para pasar después a “Human Touch”
Reflexiones sobre el paso del tiempo en “Last man Standing”, que son una constante en una noche en la que quizás habla menos, pero dice mucho: Us estimo!!! Jamás una declaración de amor sonó tan poderosa. Precisamente una de las canciones que aparece en la pantalla subtitulada al catalán. Complicidad absoluta con un público venido de todas partes, que sabe que en Barcelona la historia de amor es auténtica y duradera. “Os llevaré siempre aquí”, nos dice al encarar “Backstreets”.
Personalmente, siento debilidad absoluta por el folk épico de la banda en“Wrecking Ball”, entre los “C’mon” continuos que el Boss lanza a la audiencia, como si faltara todavía alguien por tocar el cielo, mientras nos recuerda que los tiempos difíciles vienen, pero también se van. Sonido inconfundible que sigue espléndido en The Rising.
Nos regala “Badlands”, y no por esperada, deja de erizarse todo tu vello cuando el Boss calla su harmónica, y cantamos “Thunderoad” al unísono, como si lleváramos una vida ensayando.

A estas alturas se adivinan gestos de despedida, léase del concierto.. o quizás también de su carrera en los escenarios, pero actitud de seguir. Así que luces abiertas, público consciente y Bruce levanta de nuevo la guitarra. El suspiro necesario para encarar los bises finales. 6 temas (el séptimo y último merce capítulo aparte) que son himnos, empezando por “Born in the USA”, que sorprende porque no estaba incluida en el tour americano, aunque quizás fuera de sus fronteras es más cómodo cantarla, en compañía de sus colegas, los Obama y los Spielberg, compatriotas de tierra, rock y estatus, presentes a pie de escenario.
Le sigue un “Born to run” apoteósica entre los lolololooos del público, y una festiva Glory Days con coristas de excepción. A ver quién puede permitirse tener en el escenario a Michelle Obama pandereta en mano, a Kate Capshaw y a Patti Scialfa juntas!
En la imprescindible “Bobby Jean” le regalamos un estadio de manos alzadas y coreografía perfecta, y mentalmente todos subimos con él al escenario cuando grita “Hey Baby” en “Dancing in the Dark”.
El soul de “Tenth Avenue Freeze-Out” llega al alma y sirve para presentar, uno a uno, a los músicos que le han acompañado esa noche, y también durante toda una vida. En la pantalla se pasean de nuevo Danny Federici y Clarence Clemons. El Boss baja a las primeras filas, se pasea entre la gente que le adora y le da la mano, reteniendo momentos que las pantallas se encargan de capturar. Su público protagonista. Somos casi 60.000 protagonistas.

Tras los aplausos, agradece y despide, uno a uno, a sus músicos. Satisfacción y encajadas de manos. Besos y abrazos, especialmente emotivo e intenso con Jake Clemons.
Las luces se apagan, y como aquél que se queda solo en casa tras despedir a los amigos, reflexionando sobre la velada, tomando un trago de intimidad, solo y en acústico entona “I’ll see you in my Dreams”. En la intimidad de esa despedida, es difícil no ver la humedad y la duda en los ojos.
Te veré en mis sueños, amigo, pero ojalá todavía pueda volver a hacerlo en un escenario como éste. Eres nuestro último gran rockero, así que gracias por tantos días de gloria.
Crónica: Yolanda Llopis | Fotografías: Ramon Hortoneda
Fotoreportaje completo en nuestro banco de imágenes: FlickR
Molt bé Yoli, ets la millor.. !!