Hay determinados grupos o artistas que siempre se han mantenido fiel a una manera de componer y parir CANCIONES!! Sí, lo pongo en mayúsculas pues es lo que llevan haciendo Eva Amaral y Juan Aguirre desde hace casi veinte años, canciones con exquisito cuidado en sus textos y en la arquitectura sonora de sus músicas.
Hubo un tiempo que fueron mainstream y llegaban a sonar a cualquier hora en cualquier emisora, vendiendo cientos de miles de discos, y ni aún así descuidaron su sello característico; una sonoridad reconocible en un par de compases, unas letras que rezuman calidad y la voz repleta de verdad, de la que sin duda, es una de las mejores cantantes de este país.
A día de hoy han dejado el mainstream y han mudado su piel hacia caminos mucho más independientes sin perder ni un ápice de sus numerosísimos fans. He ahí el secreto de su éxito….las CANCIONES que los han convertido en unos jóvenes clásicos contemporáneos de nuestra música capaz de gustar por igual a padres e hijos.
El Poble Espanyol reunió a más de 4000 personas dentro de la programación del Guitar Bcn 2017.
Un público rendido desde la primera canción Obertura (unas veces se gana), que con Revolución y Kamikaze se encontraron a un Amaral muy rockero, con una voz y sonido impecables, y una puesta en escena donde las proyecciones forman una parte indispensable del show, apoyando los diferentes clímax generados a lo largo del concierto.
Salir Corriendo y No sé qué hacer con mi vida (de su primer disco en 1998 con arreglos electrónicos que recordaban a Depeche Mode) dieron paso a un bloque donde predominaron las canciones de su último álbum Nocturnal (2015). Lo que nos mantiene unidos (cada vez más secos, hasta deshacernos como témpanos de hielo), 500 vidas (el canto de libertad de un espíritu libre), Noche de Cuchillos y Nocturnal (un tema con un bajo demoledor).
Si las Calles Pudieran Hablar, con un texto magistral digno del malogrado maestro Enrique Urquijo y Cuando suba la Marea con un sonido Rickenbaker al estilo The Birds, me apuñalaron el corazón.
No quedan Días de Verano, Salta o Ana, Guille y los demás desataron la locura entre los asistentes que no paraban de bailar.
Dos piezas más frágiles e intimistas como La Niebla y Ciudad Maldita, dieron paso a Moriría por Vos, El Universo sobre mí y Hacia Lo Salvaje.
Se acercaba el final y en lugar de lanzar un bombardeo de hits, apenas soltaron un par, Como Hablar y Sin tí No soy nada.
El bis nos regaló lo mejor de su versión actual En un tiempo equivocado, Llévame muy lejos y Nadie nos recordará, una manera magistral de cerrar el show.
Amaral es una banda que me ha acompañado durante los últimos 15 años de mi vida, por la que tengo una especial predilección y con la que espero compartir escenario. Si grandes son sus CANCIONES, mejor es aún su directo.
Texto: Jose Masegosa
Fotografías: Eva Ortiz